Cada año, la ciudad de Indianápolis, Estados Unidos, se transforma en la capital mundial para los bomberos, porque se realiza allí la FDIC (Fire Department Instructors Conference), un evento sin comparación, que reúne a los máximos exponentes de la industria para debatir sobre los temas que nos preocupan, compartir experiencias y conocer las innovaciones que están dando que hablar.
Se pueden imaginar entonces, que para un bombero chileno como yo, que ha trabajado tanto tiempo en los servicios de emergencia, haber estado allí fue espectacular y emocionante, fui una de las más de 36 mil personas que asistieron desde 67 países diferentes, y si bien esta es mi segunda vez en este evento, siempre es sorprendente.
Lo primero que llamó la atención es la zona de exhibición, que incluye una larga lista de marcas y organizaciones, donde puedes conocer las tendencias en seguridad y combate del fuego, pero también testear productos en primera persona.
Si tuviera que elegir el gran referente de este año, sin duda sería la electromovilidad. Los vehículos eléctricos, que son cada vez más comunes en el transporte público de nuestro país, de seguro van a revolucionar prontamente las unidades de emergencia.
Tuve la suerte de probar un camión de bomberos eléctrico de Rosenbauer, fabricante austriaco considerado el más grande del mundo, y solamente puedo decir que fue un gran momento en mi carrera, que nunca olvidaré. Espero que la viabilidad y eficacia de estas nuevas tecnologías en situaciones reales, no sean el futuro, si no que el presente próximo para Chile.
Eso sí, debo decir que además de interactuar con estas grandes empresas, la FDIC es también una oportunidad para tomar talleres, charlas y sobre todo aprender de otros cofrades, así que honestamente por más espectacular que haya sido probar y descubrir productos e innovaciones, lo que más disfruté del evento fue vivir el sentido de fraternidad entre los bomberos presentes.
Esta camaradería trasciende las diferencias entre bomberos voluntarios y pagados, sin importar el país de origen o el idioma que se hable, se siente la unidad de todos, lo que te permite llegar a casa con ideas frescas y nuevos amigos.
Además, desde otra perspectiva, y bajo la mirada de VIPER, el evento fue también una buena forma hacer networking y entender dónde estamos parados como institución frente a otras startup de tecnología del mundo.
Allí pudimos compartir con personas que están siguiendo un camino similar al tuyo, con las mismas ganas de innovar desde lo digital para ser un aporte en los servicios de emergencia. Y la verdad es que me quedé con la sensación de que estamos bien posicionados para competir a nivel internacional, en especial si ponemos sobre la mesa nuestra propuesta de valor frente a otras experiencias latinoamericanas.
Regresamos satisfechos a Chile, entusiasmados con la idea de estar presentes en el siguiente FDIC. Aunque también aspiramos a que próximamente VIPER esté en la lista de expositores, y pensar más en grande aún, explorar la idea de crear un "pabellón Chile" junto a otros emprendimientos, para mostrar la fuerza y el talento de nuestra industria a nivel internacional.
¿Por qué no?